As Portas do Mar

La Villa de Noia se encuentra situada en la desembocadura del río Tambre, en el punto más interior de la Ría de Muros y Noia. Se trata de un lugar lleno de historia, que durante la Edad Media se convirtió en una de las principales ciudades de Galicia tras descubrirse en Santiago el Sepulcro del Apóstol. Esto supuso que la Villa experimentara un gran crecimiento comercial convirtiéndose en “puerto de Compostela”.

A principio del siglo XIV, el francés Berenguel de Landoira, buscó refugio en la villa ante la negativa de los burgueses de Santiago a abrirle las puertas de la ciudad. Como recompensa a esa ayuda mandó construir la Iglesia de Santa María a Nova y la muralla con doce puertas que la protegía de los ataques.

Algunas de estas puertas, comunicaban directamente el recinto intramuros con el mar, fortaleciendo de esta manera la vinculación de la Villa de Noia con este.

A principios del siglo XX, se decide construir el Malecón de Gasset, ganado terreno al mar, facilitando la comunicación de la Villa con el resto de municipios costeros. Esta zona, ocupada principalmente por talleres, a finales del siglo XX y primeros años del siglo XXI, sufrió un importante crecimiento con la construcción de varias edificaciones en solares que permanecían vacíos. Algunas de estas actuaciones, lejos de dotar de una imagen adecuada a esta Villa histórica, sirvieron para contribuir al empobrecimiento de esta fachada marítima.

A lo largo de su historia, este espacio de relación entre el recinto amurallado y el mar, pasó de ser el lugar por el que los piratas intentaban acceder a la Villa, a puerto para las pequeñas embarcaciones pesqueras, lugar para el arreglo del material de pesca, embarcadero para el tránsito de los ciudadanos, hasta el aparcamiento de vehículos en el que se ha convertido en las últimas décadas.

El presente proyecto, pretende recuperar una parte de la memoria de estas antiguas puertas poniendo en valor y recuperando un importantísimo espacio de la Villa de Noia, que en el presente se encuentra altamente degradado. Recuperar el espíritu y carácter de la Villa Marinera que fue en el pasado, se convierte en el principal objetivo de este proyecto.

“As Portas do Mar” no pretende más que “re-abrir” aquellas puertas de la Ciudad Histórica para recuperar un importantísimo lugar de relación de la Villa con el Mar, directamente relacionado con el casco histórico, transformando la zona en un equipamiento cultural abierto donde poder interpretar el patrimonio histórico de la muralla, sus puertas, y la vinculación con el mar.

Un gran espacio pavimentado, una gran plataforma de relación, un espacio de convivencia entre coches y peatones, un lugar para observar el mar, para escucharlo, para pasear, un lugar para estar… un lugar para “As Portas do Mar”. Una zona didáctica donde el propio pavimento nos muestra las personas, elementos y hechos más relevantes de la Villa en la relación con el mar, mediante el grabado de símbolos relacionados con

el mundo marinero, el nombre de cada una de las puertas de la muralla, o personajes ilustres, embarcaciones famosas, fechas importantes y colectivos que trabajan para la preservación de la tradición marinera.

Un gran banco de granito gris Alba, serpentea el espacio como si de una nueva “muralla” se tratara, sirviendo de límite entre la transitada carreta comarcal y el espacio peatonal, generando espacios diversos, elevándose a modo de banco, ampliándose en forma de sendero elevado, descendiendo para volver a encontrarse con el suelo…Una trama en forma de espina de pez establece un segundo orden, cosiendo el ámbito y expandiendo sus límites.

Por otro lado, una serie de “mástiles” a modo de báculos, colocados a lo largo del espacio, servirán para iluminar la actuación y poner en valor su fachada marítima. De esta manera se pretende devolver el espíritu y la imagen de puerto marítimo perdidos.

La pavimentación de todo el ámbito se resuelve con losas de granito moreno silvestre en anchos 40/60/90 cm y largos libres, salvo las piezas que forman la trama en espina de pez y el banco corrido que serán de granito gris Alba.

Por último, un pequeño cubo de vidrio elevado ligeramente sobre el pavimento, resuelve una pequeña marquesina y sirve de resguardo a los usuarios.